• Orientación al cliente: estudiamos el perfil de cada cliente a fin de poder ofrecerle los productos financieros más apropiados a sus necesidades. Asimismo, ayudamos a optimizar la rentabilidad de su patrimonio inmobiliario y de sus unidades de negocio.

 

• Independencia de criterio: No pertenecemos a ninguna entidad financiera ni comercializamos productos propios. Esto nos permite una total libertad a la hora de seleccionar el producto más adecuado a cada cliente de entre todos los disponibles en el mercado.

 

• Transparencia y cercanía en la relación: El cliente conoce en todo momento donde está invertido su dinero, cuáles son las ventajas e inconvenientes de cada inversión, las comisiones del producto, así como los honorarios percibidos por la EAFI. Además, mantenemos de forma regular reuniones informativas para analizar a fondo la situación de sus carteras.

• Sencillez en las recomendaciones de inversión: A la hora de llevar a cabo nuestro asesoramiento esta premisa es fundamental. Si nuestro cliente no comprende el producto que le estamos explicando, preferimos buscar otras alternativas en el mercado. Evitamos los productos complejos con cláusulas poco claras. Nunca debe contratarse un producto que no sea perfectamente comprendido.

 

• Seguimiento de las inversiones: Diariamente revisamos las carteras de todos nuestros clientes para verificar que todo transcurre dentro de los parámetros que habíamos establecido y, de no ser así, analizar qué puede estar fallando y cuáles son las alternativas a plantear.